miércoles, 4 de agosto de 2010

Los abortos voluntarios en España


Los datos publicados por el Ministerio de Sanidad y Consumo disponibles desde su web aquí están actualizados a fecha de 2007. Además, las tres únicas tablas que hay no muestran números netos, sino número de abortos inducidos por cada millar de mujeres. Está claro que la intención es relativizar la cifra, porque ni siquiera se ponen en comparación con el número de embarazos y con los abortos por causas naturales. En fin. Veamos qué tenemos: el total de interrupciones voluntarias del embarazo en 2007 es de 11,5. Es una media de los abortos según franja de edad. En menores de 20 años, el número es de 13,8 y sube hasta 20,7 entre las mujeres de 20 a 24 años. Hay que señalar que la cifra total es exactamente igual a la del año anterior.
Por su parte, el número de niños nacidos vivos y con un peso superior a 2.500 gramos por cada 1.000 mujeres fue de 92. A esta cifra, hay que añadir los niños que nacieron con un peso inferior: 3,5 entre aquellos embarazos llevados a término, y 8,3 niños prematuros nacidos vivos. 
Con estos datos por delante, y si la calculadora no me falla, en 2007 nacieron en España 103,8 bebés por cada 1.000 mujeres. Esta cifra no se corresponde con el índice de natalidad. En 2007 esta tasa era de 10,94 nacidos por cada 1000 habitantes: habitantes, no mujeres. Esta cifra aumenta a 11,37 en 2008 y baja a 10,73 en 2009, siendo este último dato de carácter provisional.
Los datos sobre el aborto del Instituto Nacional de Estadística (INE) tampoco están actualizados. Hay un listado bastante más detallado que el del Ministerio de Sanidad, pero también corresponden a 2007: la cifra es de 112.138 abortos practicados en España.

Más datos 
El Instituto de Política Familiar ha publicado un documento, con datos a fecha de 2008, en el que se constata que el principal impulsor del aumento del índice de abortos en la Unión Europea es España, con un "incremento de 61.965 abortos anuales en los últimos 10 años", lo que "representa el 87 por ciento" de los abortos en la UE15, con un índice del 8,3 por ciento (incluyendo a España en este porcentaje). En otras palabras, mientras el número de abortos se ha mantenido estable en el resto de Europa, en España no ha dejado de crecer. Incluso, en los países de la ampliación europea, el número de abortos ha disminuido un 49 por ciento durante el mismo periodo de tiempo. ¿No podría ser éste un indicador de que en el resto de la UE27 las mujeres tienen más control en la prevención del embarazo no deseado?
Este mismo Instituto cita en su informe que "en el año 2008 se produjeron 634.779 embarazos de los cuales 518.967 fueron nacimientos y 115.812 terminaron en abortos (se refiere a IVEs practicadas, no a abortos naturales, lo que significa que 1 de cada 5 embarazos (el 18,24 por ciento) de los embarazos terminó en aborto". Los datos los ha obtenido el IPF a partir de datos del Ministerio de Sanidad y Consumo y fuentes oficiales. En el documento publicado por el Instituto Nacional de Estadística, el número de nacimientos en 2009 fue de 492.931 y, efectivamente, el número de nacimientos en 2008 es el citado anteriormente.
Según estas cifras, una de cada cinco mujeres decide poner fin a su embarazo. La realidad es que, a pesar de que en España el aborto voluntario está condicionado a tres supuestos, todos sabemos que el supuesto de "riesgo psicológico de la madre" es el coladero que ha convertido la interrupción voluntaria del embarazo en aborto libre de hecho.
Ahora, con la nueva ley en vigor desde el 5 de julio de 2010, el aborto pasa de ser un delito despenalizado en un derecho. Lo cierto es que esta ley está recurrida, y este recurso ha sido admitido a trámite por el Tribunal Constitucional. Pero, pase lo que pase, todo seguirá igual, la mujer que quiera ir a abortar, lo hará, y en las mismas condiciones sanitarias. Ni mejores ni, desde luego, peores. Las clínicas abortivas nunca tuvieron ningún problema en firmar informes psicológicos, ésa es la realidad. En el fondo, todo es un negocio.

martes, 3 de agosto de 2010

Prevenir el embarazo no deseado


Hace dos décadas, cuando estaba todavía en el colegio, cayó en mis manos un libro sobre cómo estudiar. Era curioso, porque estaba orientado no sólo a aprender lo que nos decían en clase, sino que lo planteaba todo de una forma integral. Además de las técnicas de estudio, el libro incluía todo lo necesario para estar a punto y triunfar en la vida. Deporte, dieta, control del dinero, cómo afrontar las relaciones y, por supuesto, la salud.
La verdad es que yo tuve suerte porque mis padres se ocuparon de que conociera desde siempre cómo son en realidad las relaciones sexuales y cuáles son las consecuencias, no sólo sobre la posibilidad de quedarme embarazada, sino de adquirir enfermedades de transmisión sexual.
Lo cierto es que, en mi época, no parece que fuera lo más normal. A veces, en algunos cursos, había plaga de embarazos.
Pues bien, en el capítulo de salud de este libro hay un apartado titulado "contra el embarazo no deseado". En otro se trataban las enfermedades venéreas. Me encantó uno de los consejos: "Si tu relación es lo suficientemente íntima para permitir el contacto sexual, lo será para entablar una conversación franca sobre las enfermedades venéreas". Y es verdad.
Sobre el embarazo no deseado, planteaba (hace ya dos décadas) que "hay más formas de evitar el embarazo en nuestro tiempo que en cualquier otra época". He de añadir que, además, han evolucionado bastante.
El libro sigue advirtiendo que esta variedad "puede provocar cierta confusión al elegir. Algunas personas evaden la responsabilidad del uso de anticonceptivos esperando que el embarazo no les sorprenda. El sesenta por ciento de las adolescentes sexualmente activas no usan anticonceptivos". Habría que actualizar este dato porque espero que en todos estos años, la cosa haya mejorado bastante. De todos modos, para eso estamos aquí.
Los métodos anticonceptivos que cita son: la píldora anticonceptiva, el dispositivo intrauterino, el diafragma, la esponja anticonceptiva. espumas, cremas, tabletas, supositorios y pastas,  los condones o preservativos. Cada uno de estos sistemas tiene un grado de efectividad, así que los iremos analizando uno por uno.
El autor cita métodos con eficacia dudosa o que necesitan un entrenamiento previo, como el método del ritmo. También cita el lavado vaginal y advierte que "aunque te hagas el lavado inmediatamente después de tener relaciones, los espermas son más rápidos que tú". Claro que viene genial para estar limpia y fresca. También desconfía de la "marcha atrás": "el acto de retirar el pene ante que ocurra la eyaculación es poco efectivo contra el embarazo. El esperma puede estar presente en el fluido de pre-eyaculación".
Finalmente, comenta la esterilización (tanto del hombre como de la mujer) y que implica cirugía, pero es irreversible en el caso de la mujer. De todos modos, hay avances al respecto. Ya los comentaremos. El autor concluye este apartado citando la abstinencia: optar por no tener relaciones sexuales. "Es el procedimiento más efectivo contra el embarazo. La relación sexual, piensan algunos, no es necesaria para una existencia feliz. Puede ser que en determinados momentos te sientas presionado a cambiar de parecer respecto a semejante alternativa. Recuerda: la abstinencia puede aportar garantías cuando se practica sin excepción".
A mí me encantó este consejo por cómo estaba planteado y por la pequeña nota de humor de la frase final. Me gustó el artículo en general porque sólo citaba hechos, sin tintes políticos, ideológicos, éticos o religiosos: el hecho de que los métodos anticonceptivos están ahí y que puedes elegir cómo y cuándo usarlos, sin estar ni a favor ni en contra de ninguno.
El libro es "Cómo llegar a Master en los estudios", publicado por David Ellis en la Editorial Marín, pero, lamentablemente, ya no está disponible (al menos, yo no lo he encontrado).

lunes, 2 de agosto de 2010

El ser humano y la navaja de Occam (y II)

El principio de la Navaja de Occam, también conocido como Ockham u Ockam, es el principio de la economía dice que "cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, debe preferirse la teoría más simple a la más compleja". Lo podéis consultar en la Wikipedia.
Hay que hacer aquí una advertencia: este principio no dice que la explicación más sencilla es la verdadera, dice que es la que tiene más posibilidades de ser la auténtica.
¿Cómo se aplica esto en el caso de definir qué es un ser humano o a partir de cuándo podemos considerar que lo es? Pues en que es mucho más complejo precisar cuándo se es humano tomando como punto de partida un momento concreto de su desarrollo. En este punto, ni los que están a favor del aborto están de acuerdo, y es algo que ya apuntamos (aunque sin estudiar a fondo) en el artículo anterior.
Lo más fácil es admitir que ya se es humano desde el mismo momento de la concepción: la información genética de los padres se combina y aparece una huella genética que quedará impresa de por vida en todas y cada una de nuestras células. Los padres proporcionan una única célula: los gametos femenino y masculino. Combinados, surge una única célula con un ADN completo, distinto del padre y distinto, también, de la madre. A partir de ahí comienza a desarrollarse un organismo pluricelular que no dejará de evolucionar y renovarse hasta el mismísimo día en el que muere. ¿Por qué no elegir ese momento inicial en el que surge un individuo distinto de los padres como el momento más probable en el que aparece el ser humano y, por tanto, dotado de su dignidad humana?
Aplicando la navaja de Occam, para mí no hay duda: el ser humano es tal desde la primerísima célula. Porque si no, ¿entonces qué es mientras debatimos si es una persona o no?
En el desarrollo fetal, la madre sólo proporciona nutrientes al hijo que espera, los que ella adquiere a través de su propia alimentación. Pero aparte del óvulo y el espermatozoide, no le donará ni una sola célula que contenga su código genético. Ni una gota de sangre. De hecho, puede tener hasta grupos sanguíneos incompatibles y, por supuesto, una raza distinta.
Hay estudios científicos que explican esto con mayor precisión. Los estudiaremos más adelante.

domingo, 1 de agosto de 2010

El ser humano y la navaja de Occam (I)

Las teorías que están a favor del aborto, en general, se basan en que en las fases iniciales del embarazo o bien el feto pertenece al cuerpo de la madre, como cualquier otro órgano del cuerpo humano; o bien postulan que hay vida, pero que no es humana. Básicamente, la mayoría cree que mientras el feto no tenga el cerebro desarrollado o no sea capaz de sentir o sea imposible su viabilidad fuera del vientre de la madre, se puede abortar sin temor a eliminar una vida humana.
Los problemas que yo veo en esto son:
- La diginidad de un ser humano no reside en ninguna parte del cuerpo. ¿Por qué elegir el cerebro? Si el cerebro falla, pero la persona sigue viva ¿ya no tiene dignidad humana? Me refiero a casos en los que se pierde la consciencia, o a tumores cerebrales, enfermedades neurológicas que te pueden afectar en cualquier etapa de la vida, etc.
- Sobre la viabilidad fetal: ya es posible hacer fecundaciones in vitro, crear vida fuera del vientre de la madre. Obviamente, si éste no se implanta en un útero, se va al garete. Pero tiempo al tiempo. La ciencia avanza a pasos agigantados. Por otro lado, cada vez hay más casos de éxito en partos prematuros, y la ciencia trabaja cada día para garantizar la salud de los bebés que nacen antes de tiempo. Hace poco, nacieron unos mellizos en Reino Unido que con sólo 23 semanas han logrado salir adelante. Hay que recordar que en ese país se puede abortar hasta la semana 24.
Por otro lado, el ser humano es el único que no puede sobrevivir sin ayuda: no puede desplazarse ni alimentarse por sí mismo. Así que incluso fuera del vientre de su madre, un bebé lo tiene imposible para sobrevivir por su cuenta.
Entonces ¿cómo discernir cuándo estamos hablando de un ser humano o no? Para mí, lo es siempre: la dignidad humana no sobreviene a partir de ningún momento dado, se es o no se es humano. Ésa es mi respuesta y la argumentaré en el próximo artículo. Pero antes, os daré una pista: la navaja de Occam.

sábado, 31 de julio de 2010

Una apuesta por la vida


Quedarte embarazada sin haberlo buscado puede que sea el trago más difícil de tu vida. Dan igual las circunstancias a las que llegaste a esta situación, el caso es que te sientes más sola que nunca. Según en la familia en la que hayas nacido, ya sabes más o menos lo que te van a decir. Pero ¿y la familia de él? Lo más probable es que te dejen de lado, o que incluso te pidan que abortes, para no "arruinar" la vida de nadie.
Y, claro, tú no sabes qué  hacer.
Hay gente que te dice que lo que llevas no es una vida humana, hay gente que sí lo cree pero que cuando le toca a su hija, hace la vista gorda, hay gente que te dice que es pecado o un crimen abortar, pero no te dicen por qué.
¿Y qué haces tú? ¿Vas a dejar que los demás se impongan en tu vida? ¿O no tienes una opinión formada? Pues infórmate, lee, investiga. Y si decides seguir adelante y apostar por la vida, vuelve aquí y compártelo.
Entre todos, pondremos enlaces, daremos pistas, buscaremos apoyos, asociaciones pro vida, sitios donde ofrecen ayuda y apoyo psicológico.
No estás sola.